Última actualización: 13/05/2021
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Siempre nos han dicho que para mantenernos sanos basta con seguir una dieta saludable, hacer ejercicio y decir “no” a las drogas. Pero, ¿hay algo más que podamos hacer para evitar enfermar? Si te preocupas a menudo por tu salud, es posible que hayas escuchado hablar de la dieta alcalina.

La dieta alcalina es un estilo de alimentación que intenta regular la cantidad de sustancias ácidas que tomamos a través de la dieta. Sus defensores insisten en que así lograremos evitar o curar numerosas enfermedades. Los científicos, sin embargo, se muestran más bien escépticos ante esta afirmación. ¿Quieres saber toda la verdad? En ese caso, ¡sigue leyendo!

Lo más importante

  • La dieta alcalina es un patrón de alimentación que prohíbe los alimentos considerados “ácidos” (carne, lácteos, granos y procesados) y favorece la ingesta de productos “alcalinos” (fruta, verdura y legumbres).
  • El objetivo de la dieta alcalina es el de tratar y prevenir enfermedades graves (cáncer, hipertensión y osteoporosis, entre otros) al controlar los niveles de ácido de la dieta.
  • Desgraciadamente, la dieta alcalina no tiene una base científica firme. No obstante, aumentar nuestra ingesta de fruta, verdura y legumbres siempre será beneficioso para nuestra salud.

Las mejores alternativas a la dieta alcalina: Suplementos y accesorios

Seremos sinceros. La efectividad y la validez científica de la dieta científica están en entredicho. No obstante, sus supuestos beneficios (efectos antioxidantes, prevención de la osteoporosis y mejora del bienestar) pueden lograrse también con una dieta sana o con alguno de los suplementos que te ofrecemos. ¡Observa!

Toda la verdad acerca de la dieta alcalina

La dieta alcalina elimina los alimentos ácidos (carne, alcohol, granos y procesados) de la dieta y los sustituye por productos alcalinos (fruta y verdura). El objetivo de esta restricción dietética es el de lograr que nuestra sangre se “alcalinice”, evitando enfermedades como la osteoporosis. No obstante, esta hipótesis no está, actualmente, respaldada por la ciencia.

Actualmente, no se ha comprobado que la dieta alcalina sea capaz de modificar el pH del cuerpo. (Fuente: Buaphuean: 32520040/ 123rf.com)

¿Qué es la dieta alcalina?

La dieta alcalina es un estilo de alimentación muy controvertido que defiende que el grado de acidez de nuestros alimentos puede afectar a nuestra salud. Así, esta dieta propone eliminar o reducir al máximo el consumo de ingredientes “ácidos” (carne, procesados y granos, entre otros) y aumentar la toma de elementos “alcalinos”  (fruta, verdura y legumbres).

Los defensores de este plan dietético aseguran que si reducimos nuestro aporte de ácido, nuestra sangre se volverá “alcalina” o “básica”, lo que nos ayudará a perder peso y a prevenir enfermedades. Unas afirmaciones muy contundentes que, desgraciadamente, no son corroboradas por la mayoría de expertos en dietética (1).

¿Qué alimentos están permitidos en la dieta alcalina?

¡Su propio nombre lo indica! En pocas palabras, la dieta alcalina permite el consumo de productos alcalinos o con un pH elevado (es decir, básicos), pero limita la ingesta de ingredientes “ácidos”.

No obstante, la realidad es un poco más complicada, porque el grado de acidez de los alimentos depende de como afectan a nuestro cuerpo una vez han sido digeridos, y no de su estado “original”. Observa la siguiente tabla para descubrir cuáles son los alimentos permitidos y prohibidos en esta dieta (2):

Grupo de alimentos y recomendación Ejemplos
80 % de la dieta: alimentos alcalinos Frutas (excepto ciruelas, ciruelas pasas y arándanos)

Verduras

Legumbres

Frutos secos

20 % de la dieta: alimentos neutros* Grasas y aceites

Almidones y azúcares naturales

Evitar: alimentos ácidos Carne

Pescado

Productos procesados

Granos procesados

Leche

Huevos

Alcohol

Café

La mayoría de los tés

Endulzantes artificiales

*Según la hipótesis de la dieta alcalina, los alimentos neutros no influyen en el pH del cuerpo al ser consumidos.

Pero, ¿y los cítricos? Aunque pueda resultarte contradictorio, los cítricos (como el limón o la naranja) están permitidos en la dieta alcalina a pesar de su sabor ácido. Así, estos alimentos dejarían residuos “alcalinos” después de ser digeridos, por lo que según la teoría alcalina, beneficiarían a nuestro cuerpo (2).

¿Y qué hay de beber? En esta dieta, tendremos que decir “adiós” al café, el alcohol y los refrescos. Es decir, se recomienda que bebamos únicamente agua (preferiblemente un tipo de agua rica en minerales conocida como “agua alcalina”). El té verde (no el negro, el blanco o el rojo) también se considera “alcalino”, por lo que estará permitido (3, 4).

¿Es realmente efectiva la dieta alcalina o es un mito?

Muchas celebrities aseguran que la dieta alcalina les ha ayudado a adelgazar y a sentirse más saludables. Es más, los defensores de este plan de alimentación aseguran que esta dieta puede prevenir o todo tipo de condiciones, como por ejemplo:

  • Osteoporosis: al reducir la acidez del cuerpo, se evitaría la destrucción de hueso.
  • Hipertensión: al aumentar la ingesta de potasio, un mineral que se relaciona con el control de la presión arterial
  • Falta de energía: al mejorar el pH del cuerpo y así, el funcionamiento de nuestras hormonas
  • Cáncer: al crear un medio “poco ácido” que impida el “crecimiento” de células tumorales.

No obstante, estas afirmaciones “se tambalean” si las miramos desde el punto de vista científico. En las siguientes líneas, te explicaremos de forma sencilla el porqué. Si quieres descubrir qué es el pH y cómo influye en tu cuerpo, ¡esta sección te resultará de lo más interesante!

La dieta alcalina es rica en antioxidantes vegetales. (Fuente: Oksix: 32929441/ 123rf.com)

El pH, ese “gran incomprendido”

El pH (siglas de “potencial de hidrógeno”) es una fórmula muy compleja que permite a los científicos clasificar a las diferentes sustancias. Así, con el pH podemos saber cómo se comporta un elemento y cómo reacciona al encontrarse con otros compuestos.

De este modo, atribuimos un determinado pH a cada sustancia, de acuerdo con una escala de pH que oscila entre 0 y 14. Cuanto “más pequeño” sea el pH de una sustancia, más acidez tendrá. Por el contrario, cuanto mayor sea la cifra de pH, más básico o alcalino (“antiácida”) será un compuesto.

  • El vinagre (pH de 2,5) es un ejemplo de sustancia ácida. Los ácidos fuertes, como el de las baterías de coche (pH 1) pueden dañar la piel.
  • Por otro lado, la lejía (pH 12) es un ejemplo de sustancia básica o alcalina que contrarresta la acidez. No obstante, la sosa cáustica (14) también es capaz de lesionar la piel y las mucosas.
  • El agua pura (7) se considera una sustancia de pH “neutro”, que no tiene acciones ácidas ni básicas.

Pero, ¿qué hay del cuerpo humano? Nuestro organismo tiene diferentes niveles de acidez. Así, nuestro estómago tendrá un pH ácido que le permitirá digerir mejor los alimentos, mientras que nuestra sangre será ligeramente alcalina (7,35-7,45). Nuestra piel también mantendrá un pH ácido que evitará que sea atacada por gérmenes.

Mantener un pH corporal correcto es esencial para que se lleven a cabo las reacciones químicas que aseguran nuestra supervivencia. Por ejemplo, la producción de energía por parte de las células requiere que el pH de la sangre esté entre 7,35-7,45. Si nos alejamos mucho de esos valores, ¡podríamos morir en cuestión de minutos! (5, 6)

Entonces, ¿es malo “tener un pH ácido”?

Si mantener estable el pH de nuestra de sangre es “cuestión de vida o muerte”, ¿por qué no enfermamos después de “pasarnos” con el vinagre de la ensalada? Porque afortunadamente, nuestro cuerpo “sabe” lo esencial que resulta esta equilibrio ácido y cuenta con varios mecanismos de ajuste que trabajan las 24 horas del día para protegernos.

Independientemente de lo que comamos, si nuestros riñones y nuestros pulmones funcionan bien, nuestro cuerpo será capaz de eliminar o retener ácido según lo necesitemos y el pH de nuestra sangre apenas variará. La dieta apenas tendrá influencia en esta “configuración de fábrica” de nuestro organismo.

¡Pero yo he leído que el pH ácido aumenta el riesgo de padecer cáncer!

Es cierto que los estudios han encontrado que las células tumorales sobreviven mejor en entornos de alta acidez. No obstante, la postura de la ciencia es que es el propio tumor el que produce grandes cantidades de ácido. Actualmente, los científicos están buscando diferentes formas de “paralizar” esta producción de ácido para detener el avance de estas células.

Sin embargo, la dieta no ha demostrado ser capaz de alterar de forma significativa el desarrollo de esta enfermedad. Por ahora, las medidas de prevención usuales (abstinencia de tabaco y alcohol, dieta saludable y deporte) son los métodos más efectivos de los que disponemos para prevenir que aparezca esta condición tan terrible (7).

La osteoporosis, la hipertensión y la obesidad tampoco han demostrado una mejoría clara con la dieta alcalina. Desgraciadamente, no existen “milagros”. Si te preocupa sufrir alguna de estas patologías, te recomendamos que te pongas en manos de tu médico de confianza.

El café y el alcohol están prohibidos en la dieta alcalina. (Fuente: Paylessimages: 46848250/ 123rf.com)

Es decir, ¿la dieta alcalina es un mito? ¿Tiene algún beneficio?

Lamentablemente, la dieta alcalina carece de una base científica sólida, por lo que actualmente no se recomienda. Sin embargo, de forma casi “accidental” este plan de alimentación tiene algunas ventajas que pueden mejorar tu salud. ¿Interesante, verdad?

Más fruta y verdura, ¡un regalo para tu cuerpo!

Entre los alimentos “permitidos” de la dieta alcalina se encuentran la fruta y las verduras. Estos productos son muy ricos en antioxidantes y minerales como el potasio o el magnesio, por lo que te ayudarán a proteger tu corazón, fortalecer tu microbiota e incluso a controlar tu tensión arterial. ¡Siempre es una buena idea aumentar su consumo! (8)

Una dieta “más limpia” para bajar de peso

Como la dieta alcalina elimina los procesados y reduce la ingesta de carne roja, reducirás tu aporte de calorías y grasa saturada. ¿El resultado? Una pérdida de peso y un mejor control de tus niveles de azúcar y colesterol que no se deberán a tu “sangre alcalina”, sino a una dieta más saludable (9).

Útil en casos muy concretos

Si tus riñones no funcionan bien, es posible que consumir una dieta pobre en productos ácidos te ayude a evitar un desequilibrio en tu pH. Sin embargo, este ajuste dietético debe hacerse bajo la supervisión de un médico especialista en tu caso concreto (10).

Por otro lado, si sufres de reflujo gastroesofágico o “acidez estomacal”, es posible que beber agua alcalina (que tiene un pH de 8) te proporcione un alivio puntual de tus síntomas. No obstante, recuerda que si sufres de este problema a menudo, debes solicitar atención médica (3).

Algunos seguidores de la dieta alcalina aseguran que puede ayudar a bajar de peso. (Fuente: Yastremska: 106545581/ 123rf.com)

¿Qué peligros tiene la dieta alcalina?

Demasiado restrictiva. Al eliminar la carne, el pescado y los lácteos, la dieta alcalina te pone en riesgo de sufrir déficits de minerales y vitaminas. Cuidado con la carencia de hierro (puede provocarte anemia), calcio, magnesio y vitamina D (que pueden dar lugar a osteoporosis.

Inapropiada para embarazadas, niños. La dieta alcalina es demasiado restrictiva y por lo tanto, no resulta adecuada para satisfacer las necesidades aumentadas de las mujeres gestantes ni de los más pequeños de  la casa.

No es una medicina. ¡Mucho cuidado! Algunos defensores de la dieta alcalina proponen que se use este plan para sustituir medicamentos o intervenciones médicas. Si sigues estos consejos tan desafortunados, pondrás en peligro tu salud. Recuerda, no dejes de acudir a tu médico y consulta con él antes de empezar cualquier dieta nueva.

Concepción SebastiánMédico especialista en Medicina de Familia
“No hay una base científica que apoye que tener un organismo alcalino disminuye la incidencia de cáncer. No obstante, puede tener beneficio al eliminar de la dieta azúcares refinados, grasas y alcohol, ya que estas sustancias perjudican la salud del individuo, pero no en la alcalinización del organismo como tal”.

5 consejos para los seguidores de la dieta alcalina

¿Las promesas de la dieta alcalina te han seducido? ¿Digan lo que digan, te sigue pareciendo un gran plan de alimentación? En ese caso, te recomendamos que, al menos, sigas nuestros consejos. ¡Te ayudarán a mantenerte saludable y a evitar más de un déficit nutricional!

Incluye fruta y verdura fresca en tu día a día

Si estás decidido a probar la dieta alcalina, te recomendamos que abraces su “mejor mandato”. Aumenta tu consumo de fruta y verduras, alimentos reconocidos como “alcalinos” por los defensores de esta dieta, y apreciados por sus beneficios para la salud por el resto de expertos.

La fruta y la verdura deberían componer el grueso de tus platos (80 % o más). Si puedes, consúmela fresca. La segunda mejor opción pasa por los vegetales congelados. Pronto, notarás los beneficios de una dieta con más fibra, vitaminas antioxidantes y compuestos vegetales.

Al eliminar los alimentos procesados de nuestro menú, la dieta alcalina podría mejorar la salud de nuestro corazón. (Fuente: Budkevics: 91379082/ 123rf.com)

Aumenta tu consumo de legumbres

La dieta alcalina te obliga a desprenderte de la proteína animal. Para evitar sufrir una carencia de proteínas y minerales que debilite a tus huesos, recuerda aumentar tu consumo de legumbres (proteína vegetal). Además, incluye derivados de la soja (como el tofu), ya que tienen una concentración de aminoácidos más equilibrada que, por ejemplo, los garbanzos o las lentejas (11).

Cambia tu café matutino por una taza de té verde

El “agua alcalina” puede ser cara y difícil de encontrar. No obstante, una bebida alcalina fácil de encontrar es el té verde. Con un pH entre 7 y 10, esta infusión es apta para la dieta alcalina y ha demostrado ser rica en antioxidantes y beneficiosa para todo tipo de condiciones, como la hipertensión o el exceso de colesterol (12).

No te olvides del ejercicio

Un “fallo” de la dieta alcalina es que “se olvida” de recomendar ejercicio físico. ¡No caigas en este despiste y recuerda incluir el deporte en tu rutina! Si puedes, opta por hacer todos los días una hora de ejercicio. ¡Tu salud te lo agradecerá!

Lorena CervantesNutricionista
“El cuerpo no tiene un pH único, varía según los distintos sistemas. Además, a lo largo del día uno puede estar en base (alcalino) o en acidez. Y el organismo tiene sistemas para ir regulándolo, para establecer el equilibrio ácido-base”.

No renuncies a la atención médica

Por último, recuerda que ninguna dieta sustituye a la atención médica personalizada. El personal de enfermería, medicina y dietética de tu centro de salud serán los más capacitados para ayudarte a mantenerte sano durante más tiempo. No dejes de acudir a ellos y no olvides tus citas programadas, ¡sin importar lo que nadie te diga!

Resumen

La dieta alcalina promete mejorar nuestra salud a través de nuestra dieta. Sin embargo, la hipótesis que relaciona los ácidos de la comida con la enfermedad no ha sido científicamente demostrada. Además, un rápido repaso a conceptos como pH y acidez nos hará dudar aún más de la verdadera efectividad de este plan de alimentación.

No obstante, ¡no todo es negativo en la dieta alcalina! Esta forma de comer nos recuerda la importancia de incluir vegetales en nuestra dieta y de evitar los productos procesados. Si nos aprovechamos de esta lección tan básica, nuestra salud mejorará sin importar si somos más “ácidos” o más “básicos”. ¡Ahí es nada!

Si gracias a este artículo has descubierto toda la verdad acerca de la dieta alcalina, por favor, deja un comentario y comparte este artículo.

(Fuente de la imagen destacada: Raths: 61927128/ 123rf.com)

Referencias (12)

1. Fenton TR, Huang T. Systematic review of the association between dietary acid load, alkaline water and cancer. BMJ Open . 2016 Jun 1 ;6(6).
Fuente

2. Schwalfenberg GK. The alkaline diet: Is there evidence that an alkaline pH diet benefits health? . Vol. 2012, Journal of Environmental and Public Health. Hindawi Publishing Corporation; 2012 .
Fuente

3. Koufman JA, Johnston N. Potential benefits of pH 8.8 alkaline drinking water as an adjunct in the treatment of reflux disease. Ann Otol Rhinol Laryngol . 2012 Jul 1 ;121(7):431–4.
Fuente

4. Kaczmarek U. PH values and fluoride levels in some tea brands. Ann Acad Med Stetin . 2004 ;50 Suppl 1:58–61.
Fuente

5. Kellum JA. Determinants of blood pH in health and disease . Vol. 4, Critical Care. BioMed Central; 2000 . p. 6–14.
Fuente

6. Kurtzman NA. Physiology of Acid-Base Balance. In: Urolithiasis . Springer US; 1989 . p. 19–22.
Fuente

7. Pillai SR, Damaghi M, Marunaka Y, Spugnini EP, Fais S, Gillies RJ. Causes, consequences, and therapy of tumors acidosis . Vol. 38, Cancer and Metastasis Reviews. Springer New York LLC; 2019 . p. 205–22.
Fuente

8. Sacks FM, Moore TJ, Appel LJ, Obarzanek E, Cutler JA, Vollmer WM, et al. A dietary approach to prevent hypertension: A review of the dietary approaches to stop hypertension (DASH) study. Clin Cardiol . 1999 Jul [cited 2020 Dec 1];22(S3):6–10.
Fuente

9. Craig WJ. Health effects of vegan diets. In: American Journal of Clinical Nutrition . 2009 .
Fuente

10. Passey C. Reducing the Dietary Acid Load: How a More Alkaline Diet Benefits Patients With Chronic Kidney Disease . Vol. 27, Journal of Renal Nutrition. W.B. Saunders; 2017 . p. 151–60.
Fuente

11. Messina M, Lynch H, Dickinson JM, Reed KE. No difference between the effects of supplementing with soy protein versus animal protein on gains in muscle mass and strength in response to resistance exercise. Int J Sport Nutr Exerc Metab . 2018 Nov 1 ;28(6):674–85.
Fuente

12. Mancini E, Beglinger C, Drewe J, Zanchi D, Lang UE, Borgwardt S. Green tea effects on cognition, mood and human brain function: A systematic review. Vol. 34, Phytomedicine. Elsevier GmbH; 2017 . p. 26–37.
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Estudio científico
Fenton TR, Huang T. Systematic review of the association between dietary acid load, alkaline water and cancer. BMJ Open . 2016 Jun 1 ;6(6).
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Artículo científico
Schwalfenberg GK. The alkaline diet: Is there evidence that an alkaline pH diet benefits health? . Vol. 2012, Journal of Environmental and Public Health. Hindawi Publishing Corporation; 2012 .
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Estudio científico
Koufman JA, Johnston N. Potential benefits of pH 8.8 alkaline drinking water as an adjunct in the treatment of reflux disease. Ann Otol Rhinol Laryngol . 2012 Jul 1 ;121(7):431–4.
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Kaczmarek U. PH values and fluoride levels in some tea brands. Ann Acad Med Stetin . 2004 ;50 Suppl 1:58–61.
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Pillai SR, Damaghi M, Marunaka Y, Spugnini EP, Fais S, Gillies RJ. Causes, consequences, and therapy of tumors acidosis . Vol. 38, Cancer and Metastasis Reviews. Springer New York LLC; 2019 . p. 205–22.
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Sacks FM, Moore TJ, Appel LJ, Obarzanek E, Cutler JA, Vollmer WM, et al. A dietary approach to prevent hypertension: A review of the dietary approaches to stop hypertension (DASH) study. Clin Cardiol . 1999 Jul [cited 2020 Dec 1];22(S3):6–10.
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Estudio científico
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Estudio científico
Messina M, Lynch H, Dickinson JM, Reed KE. No difference between the effects of supplementing with soy protein versus animal protein on gains in muscle mass and strength in response to resistance exercise. Int J Sport Nutr Exerc Metab . 2018 Nov 1 ;28(6):674–85.
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Mancini E, Beglinger C, Drewe J, Zanchi D, Lang UE, Borgwardt S. Green tea effects on cognition, mood and human brain function: A systematic review. Vol. 34, Phytomedicine. Elsevier GmbH; 2017 . p. 26–37.
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